En su rumbo de mejora constante, sí, Copa del Mundo 2014 es mejor videojuego que FIFA 14, y eso no es decir poco. Sin embargo, con cada estreno de cita continental en la que Electronic Arts aprovecha para sacar un videojuego aparece la misma pregunta: ¿Ofrece suficiente contenido para compensar lo que cuesta comparado con el FIFA de turno? La respuesta obvia a esa pregunta es no, y mientras la distribuidora siga apostando ‘únicamente’ por selecciones y estadios del Mundial de turno, en el presente caso Brasil, me temo que la respuesta a esa pregunta eterna que ejecutamos cada dos años siempre será la misma: por lo que vale, y a pesar de la calidad que atesora, si no tienes FIFA, deberías pensarte el acudir a uno u otro.
Vale la pena entender qué es el Mundial: de todas las competiciones del mundo, y con permiso de losJuegos Olímpicos, ninguna contienda es más importante que la Copa del Mundo. Podríamos discutir sobre lo etnocéntrico del comentario y sobre la potestad del hipotético Deporte Rey en algunos países del globo, pero en cuanto a seguimiento, audiencia y pasión, seguramente acabarás dándome la razón: pocos torneos tienen tanta historia y tanto interés celebrándose cada cuatro años. Corona países, futbolistas y entrenadores: un buen campeonato te lleva al Olimpo del fútbol y te deja en su recuerdo para siempre; ganarlo te convierte casi en un dios.
La mera aparición de la Copa del Mundo en nuestra cara, para cualquier fan del universo fútbol, ya es algo que responde a más que a un mito o una leyenda: la posibilidad de ganar esa copa, aunque sea de forma virtual, ya es suficientemente atractivo como para ilusionarte en esa ceremonia irreal cuando acabas la partida con la copa dorada en tus manos. España, miembro de ese selecto club de naciones que han levantado el valioso trofeo, ya no nos pone como antaño la imagen de un inanimado Casillas levantándola, pero ponte en la piel de un portugués y recuerda lo que era no ser campeón del mundo. En esa recreación, EA Sports ha hecho un trabajo interesante a la hora de capturar ese preciso momento de conquista, pero pienso que en el campo no todo está tan bien como debería.
Puede que sea culpa de la coyuntura generacional, que de hecho, ha impedido el estreno del título en Xbox One y PlayStation 4, pero se echa en falta un trato realista del público y el entorno mundialístico. Mirando Sudáfrica 2010 y comprendiendo que esos entornos, ese público celebrando goles y viendo el partido podía ser un comienzo para unos espectadores fidedignos al del fútbol real, lo que nos encontramos hoy no es más que una ligera evolución de esa idea. Valdría la pena no descuidar que han pasado cuatro años desde entonces, y que en EA parece que les ha pillado el toro. He visto a Vicente Del Bosque hacer gestos y aspavientos que nuestro querido Marqués jamás haría. Dado que son 32 seleccionadores en la fase final, me pregunto cuánto habría costado que al menos esos fuesen calcos de sus homónimos en la vida real.
Y que esa sea la crítica más dura que se le pueda achacar al juego es sin duda positivo. Copa del Mundo 2014 es mejor juego de fútbol que FIFA 14. Han mejorado algunas taras que se descubrieron tras jugar y jugar a la edición presente y pienso que se ha escogido las mejores opciones acordes a muchas de las críticas que se hicieron al juego por parte de jugadores importantes de la FIFA Interactive World Cupque ellos mismos organizan, por lo que el movimiento de Electronic Arts ha sido adecuado e inteligente, y más sabiendo que de ellos depende que el juego siga estando a la altura de las expectativas que levanta cada año.
Todo está cambiado con respecto a FIFA 14: menús, modos de juego, matchmaking, interfaz, etc. Básicamente, el cambio más importante es que aquí ‘únicamente’ hay selecciones nacionales, obviando los clubs y pasando también de los estadios del mundo para centrarse exclusivamente en las sedes del Mundial. Se da la paradoja curiosa que se han construido algunos de esos campos antes para el juego que para la cita de verdad, pero eso es un problema de la propia FIFA que no viene al caso ahora y que seguramente se agravará con el mundial en Qatar. Tiempo al tiempo. Recuerden mis palabras.
Además de la realización de una Copa del Mundo virtual en la que nos enfrentaremos a jugadores de todo el mundo, también se ha habilitado un modo de juego que nos lleva de viaje a la sede de la final en Río de Janeiro. Para ello deberemos ir ganando una serie de partidos para ir sumando casillas y pasando sede por sede hasta el legendario Maracaná, lugar en el que se celebrará tan anhelada cita. Amistosos obvios y la posibilidad de llevar a tu selección (o no: todo el mundo acaba jugando con Andorra) desde la fase de grupos y coronarla en Sudamérica ante los ojos de todo el universo fútbol. Un mundo de posibilidades que, ojalá, EA hubiese contado con FIFA Ultimate Team de alguna forma para seguir potenciándolo. Desgraciadamente, no ha sido así.
Como decía en líneas anteriores, Xbox One y PlayStation 4 se han quedado sin Mundial. No se ha dado ningún motivo claro al respecto de la presente decisión, pero se ha asegurado desde Electronic Arts que la intención para esas máquinas pasa por potenciar el contenido de FUT con retos especiales y con elementos exclusivos para dichas máquinas. Querría equivocarme, pero no esperaría mucho más que algún campeonatillo cerrado a naciones en Ultimate Team, una copita para los ganadores durante tiempo limitado, unos sobres Premium y a volar. Lo dicho, una lástima. A falta de saber quién se llevará Del Bosque a Brasil y qué deparará nuestro grupo a lo largo de la cita mundialística, es un buen momento para lanzarse a por el juego oficial de Brasil 2014 y emular a los nuestros en su búsqueda de esa segunda estrella.
Conclusión: FIFA 14 no es mejor que Copa del Mundo Brasil 2014, pero nada apunta a que Copa del Mundo sea mejor que FIFA 15. Tú decides tus prioridades. Y no volváis sin la copa.
(Versión analizada: Xbox 360)
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